Contra un muro de cantos

De pronto fue la oscuridad sobre el último día
caía el alba
caía
la oscuridad era una avispa negra
que picaba la sangre de la luz
el aire andaba solo
buscando cuatro huellas caídas al vacío
perdido como un pájaro que pasara
de pronto
por un bosque de rígida estatura
el aire andaba solo
solo de voces numerables como las mariposas
un hacha derribaba gargantas
coagulaban silencios copiosos

Fusilaron la libertad contra un muro de cantos
yo la vi caer con la última instancia
de aquella flor pacífica
que bajara los ojos
súbitamente roja
el asombro buscaba sus llaves inútiles
tocaba las perdidas cerraduras
el tacto empañaba la huella

El momento bajó su escala única
entonces un silencio sin nada en la cabeza
entonces una bala
la primera perdida en el canto.|

Lucila Velásquez