Los paredones de primavera
No enseñaré a mi hijo a trabajar la tierra ni a oler la espiga ni a cantar himnos. Sabrá que no hay arroyos cristalinos ni agua clara que beber. Su mundo será de aguaceros infernales […]
No enseñaré a mi hijo a trabajar la tierra ni a oler la espiga ni a cantar himnos. Sabrá que no hay arroyos cristalinos ni agua clara que beber. Su mundo será de aguaceros infernales […]
Nada sentimentales los poderosos Nada amables los poderosos Nada sinceros los poderosos Nada sensibles los poderosos Eso sí rancios ejecutantes vivisectores graciosos ostrones los poderosos. Miyó Vestrini